La vida no es un juego
No es nuevo el que se escriban libros o se rueden películas donde se plantean dimensiones muy importantes de la vida entremezcladas con estrategias y tácticas propias de un tablero de juego. Por citar solo algunos, desde los recientes «Los juegos del hambre» o la serie de «Juego de Tronos», al clásico «Juego de Ender» donde ficción y realidad en torno a la guerra se confunden. Los «Funny Games», angustiosa película de Michael Haneke sobre la violencia, y el «Juego de Patriotas» de Tom Clancy, donde espionaje y terrorismo se combinan en una intriga mil veces vista.